Y justo cuando menos lo esperaba, el pone su camisa sobre sus hombros
para que no tenga frío y luego la abraza. Fue un gesto simple pero
hermoso en todas maneras, fue delicado, dulce y protector. Y allí sin
que el mundo los observara, sus pensamientos corrieron libremente por su
mente y ella se dio cuenta de que el era su amor, el amor de su vida
que tanto había soñado y un día sin buscarlo al fin lo encontró. Pensó
que haría si algún día el no fuera mas parte de su vida y como si el
estuviera leyendo sus pensamientos le dijo mirándola dulcemente:
-Siempre voy a estar a tu lado, sin importar que pase.
Fue ahí cuando supo que no habría nadie mas en su vida que el, solo ella y el. Ella solo lo abrazo fuertemente, así el nunca pudiera escapar de su vida.
Fue ahí cuando supo que no habría nadie mas en su vida que el, solo ella y el. Ella solo lo abrazo fuertemente, así el nunca pudiera escapar de su vida.
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